Paseo por el Jardín de la Isla...que fácil es ser feliz y que poquito cuesta. Y es que el jardín es mágico y la ilusión de la inocencia de los niños mas aún.
La naturaleza ofrece un mundo distinto, increíble en el que los palos se convierten en espadas blandidas por intrépidos piratas que al momento se transforman en caballeros de brillante armadura, que corren cabalgan o navegan atravesando los países mas lejanos y mares bravíos , mientras les acechan las fieras y los enemigos salen huyendo despavoridos.......
Y de repente, a los pies de un árbol encontramos la puerta a la casita de un duende, que se está preparando para el invierno y que por las noches, cuando nadie le ve, hace que caigan las hojas de los árboles, creando un manto dorado. Si estás en silencio puedes escuchar sus risas. Y si te concentras mucho escucharás como te cuenta una historia muy real: “Los árboles son seres increíbles, cuando mueven sus ramas, hacen sonar sus hojas, para saludarte, porque los árboles hablan, sólo que no conocemos su idioma. Cada persona tiene un árbol, uno con el que se identifica, su preferido, y ése te llama de una forma especial. Llama a su amiga la Brisa y entre las dos consiguen que sus hojas vibren más, entonando una canción, ¿sabes lo que quiere? Tiene un regalo para ti. Sólo quiere que le abraces, porque así te contagia su energía. ¿No lo has probado? Hay veces, que le gusta tanto ese abrazo que incluso deja caer alguna hoja para que te acaricie o le pide a un pajarillo que cante su melodía, o pide a una mariposa que revolotee……..Y ese árbol ya no se olvida de ti”
De repente, miras hacia un lado, y oteas en el horizonte una especie de chimenea……no tiene puerta…….pero sabes que es la casa de una bruja. No tengas miedo, no todas las brujas son malas……también las hay buenas…..La brujilla del Jardín de la Isla es la encargada de pintar el Jardín……Cuando todos dormimos, ella sale por lo alto de la chimenea, con una carroza dirigida por grandes libélulas de colores y va adornando el jardín de verde, de dorado, de perlitas brillantes en invierno……no se olvida de las flores, a cada una la pone un color o varios……La brujilla es caprichosa y todos los días pasea para agregar nuevos matices…….Además tiene poderes, y tiene de aliado al Sol y le maneja a su antojo para conseguir que a lo largo del día, mientras paseamos, el jardín vaya cambiando de colores, creando claros y sombras, que consiguen que cada instante sea único……Ella nos mira por un agujerito, le encanta ver como nos maravillamos ante la belleza que ella crea, y cuando escucha a algún niño que dice “¡¡¡¡Oh, qué bonito!!!!” Se pone contenta, y le pide a una ardilla que salga corriendo entre las ramas, para indicarnos que está contenta.
Y antes de que me lo preguntes, sí, yo también encontré mi árbol, era un paraíso que crecía en la finca de mi familia, junto a la parra…..pero ya no está allí….el viento se lo llevó……Aún puedo oler su dulce fragancia, pienso en él y me vienen a la mente mil recuerdos de la infancia, tiempo de felicidad. Pero no estoy triste, tengo su recuerdo, y otro regalo que me dio. Me enseñó a escuchar el viento………..
Laura Barreiro Marañón
"El Blog de Laura Barreiro"
Gracias por compartirlo. Por cierto, ¿Ya conoceis a vuestro árbol? ;)
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