Fuente :Jose Miguel Viñas ( www.divulga meteo.es).
A finales del siglo XVIII, los hermanos Montgolfier iniciaron en Francia una serie de exitosos ensayos con globos aerostáticos de su invención, lo que les hizo alcanzar fama universal. La primera demostración pública de su invento tuvo lugar el 4 de junio de 1783, a la que siguió una segunda ascensión –el 19 de septiembre de ese mismo año–, en la que un globo suyo se elevó sobre los jardines de Versalles, portando un gallo, una oveja y un pato. Finalmente, el 21 de noviembre de 1783 tuvo lugar en París el primer vuelo libre tripulado de la historia. Los dos aeronautas que lograron la proeza fueron los franceses Jean-François Pilâtre de Rozier y François Laurent, marqués d’Arlandes. A partir de ese momento, los hermanos Montgolfier se dedicaron a comercializar la explotación de varios de sus vistosos globos como atracción de feria en distintas cortes europeas, entre ellas la española. Este cuadro de Antonio Carnicero (1748-1814) nos muestra el primer ascenso de un globo aerostático en España, el 5 de junio de 1784 desde los jardines del Real Sitio de Aranjuez, ante un nutrido grupo de cortesanos vistiendo sus mejores galas, como requería la ocasión. El monarca Carlos IV y otros miembros de la Familia Real presenciaron la ascensión del globo Montgolfier, que, según cuentan las crónicas, fue accidentada, ya que el tripulante del globo –el frances Charles Bouché– resultó herido al desplomarse súbitamente el globo contra el suelo al iniciar el ascenso. Antonio Carnicero era por aquel entonces pintor de cámara de Carlos IV y uno de sus cometidos era retratar este tipo de acontecimientos, convirtiéndose en un cronista gráfico de su época. Los cielos tampoco escaparon a su atenta mirada. En este lienzo observamos unas bandas nubosas que desde la parte izquierda se despliegan en forma de abanico. Se trata de un efecto de perspectiva similar al que tiene lugar cuando observamos de frente una vía de tren (los raíles, a pesar de ser paralelos, parecen converger en la lejanía). Con las bandas de nubes altas y medias que surgen a veces en el cielo, cuyo origen encontramos en las ondulaciones que tienen lugar en el aire a distintos niveles, ocurre lo mismo. En el Atlas Internacional de Nubes está tipificada la variedad radiatus para identificar a los géneros nubosos que se despliegan ante nuestros ojos de esa manera.
Isabel Torres Pino
Por y Para Aranjuez
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