Siempre suya, Bimba...
Lo que realmente demuestra la inexistencia de los dioses es que, tras muchas plegarias para que no suceda, siempre ocurre. Esta mañana circula por las redes sociales el sobre que contiene la estampita del borrico, en cuyo interior hay un rebuzno que es todo un desprecio hacia la muerte de una artista.
Qué lejos ha quedado aquel olor a linotipia en los cromos de Zarra y Puchades.
Ya tenemos la primera ilustración para el álbum del mal gusto, y la firma un tal Antonio Burgos.
El apocalipsis social anda suelto, y de momento el lance sacrílego de su ultraje ha servido para poco: sinceramente, creo que a Bimba Bosé le resbala lúbricamente la opinión de este macho alfa por el tronco desnudo de su grandísimo coño. No sé si me explico
Cristina González Moya
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